El trabajo diario durante toda la semana garantiza la musculación del ejemplar y lo prepara para la realización de ejercicios más comprometedores y con mayor dificultad para el futuro hasta llegar al nivel deseado.
El progreso de cada caballo viene estrechamente acompañado del carácter y de lo que ya haya aprendido con anterioridad. Una mala enseñanza conlleva una gran corrección y no se ha de proseguir con la doma hasta no haber eliminado los malos vicios adquiridos. Por eso, la paciencia es una virtud que con el tiempo se verá gratamente compensada con un caballo equilibrado y eficaz.
En ZDR, el objetivo deseado es el de llegar a un caballo tranquilo, con disposición positiva al trabajo diario, fácil de manejar y con los conceptos de doma bien adquiridos. Es prioritaria la decisión del propietario del ejemplar la cual se respeta según con qué propósito confía en la doma y entrenamiento de caballos ZDR.
Para lograr estos objetivos se profundiza con gran ahínco en la escala de entrenamiento, fundamento esencial de la doma base, para lograr los propósitos deseados. En este caso, la aceptación de la embocadura es uno de los puntos más importantes a la hora de desarrollar el trabajo de cada caballo. Sumado a la obtención de un ritmo constante y relajación en cada sesión de entrenamiento.
Estos tres puntos, principio de la escala de entrenamiento, es trabajado a diario para conseguir el modelo de caballo deseado expresado anteriormente.
Así mismo, esta búsqueda de caballo ejemplar en el trabajo se realiza con paciencia y tranquilidad para no atraer malos vicios que conlleven la pérdida de calidad del caballo. Todos son tratados de forma amable para evitar el rechazo del ejemplar al trabajo y que sean por sí mismos los que deseen ejecutar con energía los ejercicios exigidos diariamente.
Se trata entonces de un método fiable si desea que su caballo esté fácil a la mano, consiga un carácter tranquilo y además ejecute ejercicios de doma avanzados acorde a su edad sin perder, y mejorando, su calidad.
El tiempo de doma de cada ejemplar dependerá de lo descrito anteriormente, siendo el resultado final adecuado a las exigencias de cada propietario. El caballo es quien marca el tiempo y su jinete quien lo guía hasta el objetivo marcado. No es fuerza lo que lleva al ejemplar a su doma sino la habilidad de las manos de quien lo lleva.
No dudes en ponerte en contacto con ZDR si deseas una doma y entrenamiento de su caballo de forma efectiva empleando equitación racional.
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