jueves, 5 de enero de 2017

Las ayudas (1)

Las ayudas son las indicaciones que da el jinete a través de las manos, piernas, asiento y peso, y voz. Hay que inculcar al caballo poco a poco lo que se le exige por medio de diferentes ayudas. Por eso se crea este término: El jinete ayuda al caballo a hacerse comprender.



Cómo se aplican las ayudas

El jinete debe ser consciente de sus más leves acciones como tirones,
patadas y gritos que son consideradas inaceptables. Sus ayudas deben permanecer inadvertidas por el espectador pero ser totalmente claras para el caballo ya que cada uno es un individuo único y diferente, a la vez que se aplican de forma coordinada ara mayor entendimiento entre caballo y jinete. Igualmente, el jinete debe hacerse una idea perfectamente justa del momento y la intensidad de su empleo.
Sin embargo, el caballo no tiene por qué entender perfectamente el significado de las ayudas por lo que hay que premiarlo cuando las acepte hasta que el binomio consiga una buena armonía que se consigue cuando el caballo obedece a la más leve indicación de su caballo.


Tipos de ayudas

Hay dos tipos de ayudas:
-Ayudas naturales. Manos, piernas, asiento y peso, y voz
-Ayudas artificiales. Fusta y espuelas.


Ayudas naturales

1)Mano
Es la ayuda más básica para controlar y dirigir al caballo. Las manos, a través de las riendas, debe mantener siempre un contacto suave y regular con la boca del caballo, y el jinete ha de percibir el momento de descontracción de la mandíbula del caballo y soltar. Una buena mano cede cuando el caballo cede. Al mismo tiempo se usan las piernas para crear equilibrio e impulsión.

Los fallos más habituales son el dar tirones bruscos con las riendas, tener una mano dura y rígida, llevar las manos excesivamente altas y llevar los dedos abiertos, entre otros.
Todo esto creará tensión, rigidez y una mala posición de la nuca y estabilidad en el contacto.


2)Piernas
Actúan sobre la cincha o detrás de ella controlando la grupa y la impulsión, incurvación y equilibrio. Controlan los posteriores, motor del caballo, creando el empuje necesario que se convierte en impulsión, además de su posición manteniéndolos en su sitio o desplazándolos. La pierna interior crea incurvación y energía, y la pierna exterior controla la grupa, impidiendo que se salga hacia fuera y la sujeta en la dirección requerida para algunos movimientos. La intervención de la pierna debe ser sutil y no deben actuar ni mantener una presión continuamente.

Los fallos más habituales son las patadas descontroladas y el uso excesivo de los talones.

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