miércoles, 4 de enero de 2017

La elección de un caballo

A la hora de adquirir un caballo por primera vez se ha de tener en cuenta para qué vamos a usar el caballo. Es lo más importante ya que tiene una corelación directa con el precio que pueda tener el animal en cuestión.

En general, nos fijamos en la altura, la edad y la experiencia. 

Para un jinete pequeño no es conveniente un caballo demasiado grande que haga difícil su manejo. Estaría incómodo y sería muy complicado llegar al máximo rendimiento posible.
De igual modo, la edad influye considerablemente. Entra en juego el uso del caballo. Si el caballo va a ser para un jinete de poca experiencia o joven, es recomendable la adquisición de un caballo de mayor edad, de nueve años hacia adelante. Los caballos jóvenes tienen mucha fuerza aún y no están lo suficientemente domados como para que manos inexpertas los manejen.
Por último, la experiencia del caballo, resulta bastante importante también. Si deseamos usar nuestro caballo para una disciplina u otra sería recomendable que el caballo ya tuviera la experiencia necesaria para poder disfrutarlo en el área que deseemos. Sin embargo, esto es algo que no se ha de tomar al pie de la letra. Un caballo con energía de doma puede que resulte útil para el salto, por ejemplo.

A pesar de todo esto, lo principal para poder disfrutarlo es que el caballo que se vaya a elegir tenga un buen carácter y sea fácil su manejo. Un carácter tranquilo, que no se asuste demasiado y se pueda llevar a todos los sitios que uno quiera sin pensar que pueda dar problemas son algunos de los ejemplos sobre el buen carácter del animal. Que después, una vez montados, se quiera llegar más lejos en su entrenamiento resulta otra cosa, pero ante todo se debe disfrutar del caballo elegido.


Nunca se debe dejar llevar por la impaciencia y la emoción, las prisas jamás son buenas a la hora de comprar un caballo. Se ha de observar cada detalle minuciosamente. Si el animal es de nuestro agrado, la edad deseada y con la experiencia suficiente, se recomienda hacer un chequeo veterinario para evitar estafas y asegurarnos que el caballo que se vaya a comprar esté sano.

Hay ocasiones en los que se quiere un caballo para competición y siempre se busca el más entrenado para ello, pero hay que saber que es precisamente su entrenamiento lo que aumenta su precio y no el caballo en sí. Puede ser que un caballo, sin tener grandes cualidades, esté muy bien entrenado y aumente su valor siendo que otro, con menos doma, sea de más calidad pero le falta el entrenamiento. Por eso, a la hora de adquirir un caballo de competición, se centra uno en la balanza de entrenamiento-precio. 

También se debería saber que un caballo puede llegar alto si su jinete sabe guiarlo, aunque tenga quizás menos calidad que sus compañeros de competición. Siempre que el caballo demuestre actitud y el jinete disfrute con él, pueden esforzarse para llegar a la cima sin tener que cambiarlo.
Cuando se compra un caballo lo principal es que el jinete vaya a disfrutar con él. Más adelante se pueden buscar otras opciones pero lo principal es disfrutar del mundo del caballo y la equitación.

"Cualquier caballo puede ser un campeón si se trata como a tal"

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